¿Te apetece probar una terapia energética para liberar cualquier aspecto de tu vida bloqueado? ¿Has probado todo y todavía sigues en la rueda de hámster? Por más que lo intentas, ¿no consigues salir de la espiral?
Quizás sea el momento de elegir algo diferente.
Elige una sesión personal y privada donde bucearemos a la raíz del problema y, desde ahí, abriremos el espacio para crear nuevas posibilidades.
Beber mucha agua. El agua es un conductor de la energía. Otro tip es que siempre se recomienda escuchar al cuerpo y comer sal y azúcar a “demanda”.
Sé consciente de que mover energía no es una cuestión baladí. Mi interesante punto de vista es que tienes que estar presente con todo lo que elijas comer y beber. Regenerarse con agua, fruta y verdura, música, un paseo en una zona verde, es una buena opción. Considera que estarás más receptivo y más sensible a los estímulos.
De lunes a viernes tenemos horarios de trabajo, problemas mundanos, en definitiva, estamos enganchados a la rutina. Para mí, después de la terapia se requiere de un tiempo de trabajo personal ultra necesario para poner orden lo que se ha trabajado.
Cuando vas a casa, ya no eres la misma persona. Date el tiempo para disfrutar de ese nuevo espacio.
Hay personas que se encuentran revueltas, presentan náuseas, estornudos, fiebre, etc. Todos estos síntomas son normales. Es decir, todo lo que se mueve en el plano energético tiene reacción en el plano físico, aunque no es agradable es parte de la terapia y es normal.
Sí, hay que reservar dos horas seguidas. Los resultados son muy potentes. Si lo eliges, todo es posible.
Escríbeme un mensaje y vemos qué quieres trabajar.
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